epílogo
a la triste doncella
Sentenciao estoy a muerte (petenera)
Cante: José Menese ; Baile: María Pagés ;
Guitarra: José Antonio Rodríguez
De la película Flamenco de Carlos Saura
domingo, 14 de enero de 2007
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11 DIÁLOGOS:
Dos gansos que venian busacando al Heraldo....
.- Anda Mira el Jose Menese.
.- ¿Y esa que baila es la Maria Pages?
.- Yo creo que si, no ves como mueve los brazoz como si fuera una gacela. Seguro que es ella.
.- Y el guitarrista ¿sabes quién es?
.- Ni idea.
.- ¿Donde se habra metido el Heraldo.
.- Mira tu por esos cortinones, que yo miro por estos.
.- Como sea verdad que se ha ido con otra...me la como a picotazos..
.- Si y yo te ayudo.
.- Nada por aqui.
.- Nada por allí.
¿A quiñen ama en su más
recóndito fuero el Heraldo?
¿A la ciudadora de gansos?
¿A la trina que no deja
cabeza en su lugar?
¿Y ese epílogo tan dololorido?
¿Será a un a amor ahora imposible
ya que se desposa en un regio altar?
Adivinad buen adivinador...
¿Therese?
Ah! Eso explicaría muchas de las desgracias del Reyno.
La doncella ha ido recorriendo una a una las distintas recámaras y salones del castillo. Con su pañuelito seca las lágrimas que caen como una lluvia por sus mejillas y el cuello.
Nadie quiere jugar conmigo, nadie quiere acercarse a mí. ¿Qué tan malo he hecho que todos me rehúyen? piensa y gime hasta llegar al teatro. Allí encuentra en el escenario, a un guitarrista y a otro hombre que la mira en silencio.
¿Y vosotros quiénes sois, pregunta asombrada, que no os había visto antes por estos lares?
Ellos se acercan, le besan la mano y se inclinan:
Venimos desde muy lejos. Hemos atravesado miles de kilómetros de mares para cantar en la fiesta del rey y la doncella Therese a quien conocemos solo por retratos hablados... ¿Sois vos la doncella Therese?
Ella responde tristemente que sí, que ella es y que les agradece su presencia en el reyno.
¿Estáis ya ensayando vuestras canciones? pregunta con una voz que dan ganas de llorar.
Así es responden casi a dúo, ¿quereís escuchar algo de lo que hemos preparado?
Sí, sí, mucho me gustaría, por favor.
Los músicos se preparan, y la doncella, al oír los primeros acordes se pone a bailar...
MONOLOGO DE DONCELLA
¡La música, qué belleza!
¿De dónde vendrá tanta grandeza,
de qué surcos infinitos de la historia emergieron los sonidos?
¿Por qué estremecen mi alma taciturna y la llenan de emociones diversas?
¿Qué poder de encantamiento tiene la música que mis pies se mueven solos y mi cuerpo siente cada uno de los acordes que mueven cada parte de mi cuerpo casi sin mi consentimiento?
Bailo, luego existo.
Bailo y soy feliz por un instante.
Bailo, pero no puedo detener el tiempo.
Bailo, pero las tragedias cotidianas ocurren.
Bailo, pero la vida fluye como si nada le importaran los muertos que deja en el camino.
Todo habrá de pasar, como pasará este mágico instante en que bailo en la peunmbra pensando en el futuro... si habrá futuro.
(Ojos amorosos
(y muy respetuosos)
la miran)
Baila, baila,
oculta en las sombras,
solitaria Doncella.
La cocinerita se esconde entre los telones, suspira, la música y los quejios le recuerdan sus noches en la Sierra...
"Una noche el río pasó, ay, Carmela, ay Carmela..."
(Desde un palco, llorando de emoción)
¡Cuánta belleza se ve también en este Reyno!
Y qué bien se ve desde arriba.
el espectro del heraldo mira en silencio o quiere mirar o balbucea
(Propio de El Cardenala)
Su Majestad Rey Lear
y la Futura Reyna
hacen el honor de invitar
al Fantasma del Heraldo
a las nupcias
a celebrar por tres días
a partir del último segundo
del día Domingo.
(Propio de El Cardenala)
Como parte de los festejos
se realizará juicio sumario,
se condenará
y ejecutará al Bufón.